Tras pasar unas merecidas vacaciones en Francia, el agente
secreto James Bond recibe una llamada del Jefe M para realizar una
peligrosa misión relacionada con unos diamantes en bruto
desaparecidos...
"Un derroche tan simpático como libre de prejuicios"
Luis Martínez: Diario El País
Diamantes
para eternidad, esta vez se viste de agente sean connery para mi uno
de los mejores 007, en esta mas de lo mismo en este clásico esta vez
en América si os gusta este tipo de película poneros a ver este
clásico. Del 1 al 10 le pongo 6.(escrito por un chaval cualquiera)
Curiosidades
’007 Diamantes para la eternidad’ (1971), dirigida por
Guy Hamilton, es la séptima película de James Bond. Sean Connery volvía
a interpretar al agente 007 después de la renuncia de George Lazenby.
Rachel Welch estuvo a punto de interpretar el papel de Tiffany Case que finalmente interpretó Jill St. John.
Fue la última película (oficial) de Sean Connery como Bond, que volvería a interpretarlo posteriormente en un film no oficial de la saga: Nunca Digas Nunca Jamás.
Pese a la promoción, Diamantes para la eternidad no consiguió alcanzar las expectativas
puestas en ella- al menos artísticamente. La decisión de introducir
ciertas dosis humor y personajes algo extravagantes fue un paso en falso
y, por primera vez, el guión era débil y no demasiado atrayente. A
pesar de que Guy Hamilton -director de James Bond contra Goldfinger-
volvía, la película no se tomó lo suficientemente en serio, y la batalla
final, normalmente el clímax de una película Bond, es una secuencia
poco inspirada y con escasa acción.
Los vehículos utilizados en la película
son: Hovercraft, Buggy Lunar, Ford Mustang Match One de
1971, Mini-Submarino de Ernst Stavro Blofeld, Motos de Dirt
TrackHovercraft y un Ford Galaxie 500 de 1971.
El salario que ganó Connery fue el más alto de la industria cinematográfica en ese momento: 2 millones de dólares. El presupuesto de la película se redujo de manera significativa por este motivo.
A George Lazenby se le pidió hacer una segunda película de Bond, pero el actor se negó debido a un posible contrato de larga duración. Burt Reynolds fue la elección principal para reemplazarle, pero no estaba disponible. Adam West rechazó el papel porque creía que James Bond debía ser un actor británico. Aunque el actor americano John Gavin
había sido contratado como el nuevo James Bond para Diamantes para la
eternidad, los directores del estudio insistieron en que se hicieran
todos los intentos posibles para convencer a Sean Connery de
que volviera al papel. En el último minuto, Connery aceptó volver a
interpretar a Bond -por sexta vez- en un contrato con un sueldo
astronómico para la época.
Lana Wood consiguió el papel de Plenty O’Toole después de que los productores la vieran en la portada de Playboy.
Paul McCartney fue la primera opción para componer el tema principal de la película, pero finamente fue Shirley Bassey
la que hizo del famoso ‘Diamonds Are Forever’ una de las mejores
composiciones de la saga Bond. Sin embargo, el ex-beatle sí que
interpretaría un tema de Bond en la película Vive y Deja Morir (1973). Hasta la fecha, Bassey es la única cantante que ha realizado el título de la canción Bond más de una vez. La primera fue en Goldfinger y la último en Moonraker .
Es una de las primeras películas de Bond en utilizar una fuerte estrategia de product placement (algo habitual hoy en día), ya que aparecen marcas como: Lufthansa Airlines, relojes Rolex, Vermouth Martini & Rossi, Playboy Clubs; Hertz Rent-a-car, casinos de Las Vegas strip y clubes nocturnos, como el
Riviera Hotel & Casino, Tropicana Hotel & Casino y Circus
Circus Casino, Motos Honda, Shell Oil, helicópteros Bell, o coches Ford
Mustang.
En una escena Lois Maxwell (Miss Moneypenny) lleva un sombrero sólo para ocultar el hecho de que se había teñido el pelo.
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